UN GRAN RETO POR DESCUBRIR ¿Te atreves a decir ese Sí? |
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¡¡¡BUSCANDO EL ROSTRO DE DIOS!!!
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¡¡¡VOCACIÓN!!!
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Aventura de Amor Divino
Despertad jóvenes en esa búsqueda de Dios que atraviesa la historia de la humanidad, llamada desde siempre a un diálogo de amor con el Creador (VDQ 1). Dejad que Dios habite en vuestro corazón, que el os mueva a caminar en ese diálogo amoroso, no tengáis miedo a este hermoso desafío, el mundo necesita de jóvenes valientes y decididas para contemplar el mundo con el corazón de Dios, las personas contemplativas <<son rayos de la única luz de Cristo que resplandece en el rostro de la Iglesia>>(VDQ 3).
Escondida con Cristo
A ti joven que buscas una vida <<escondida con Cristo en Dios>> (Col 3,3), impulsa tu mirada al cielo y escucha la voz del Amado que te invita a subir a la barca para “sed faros, para los cercanos y sobre todo para los lejanos, sed antorchas que acompañan el camino en la noche oscura de nuestro tiempo, sed centinelas de la aurora (Is21,11-12) que anuncia la salida del sol (Lc1,78)”. Mantened viva vuestra inquietud, vuestra alegría de corazón joven, que busca incansablemente el rostro de Dios, para dar respuesta a ese anhelo o deseo de pertenecer a Cristo.
Historia de Amor
La vida consagrada es una historia de amor apasionado por el Señor y por la humanidad. ¿Queréis ser esas mujeres contemplativas que responden con toda vuestra vida, viviendo en Él y para Él?¿Queréis ser la voz de la Iglesia que incansablemente alaba, agradece y suplica por toda la humanidad? Nosotras mediante la oración personal y comunitaria descubrimos al Señor como tesoro de nuestra vida y caminamos con la certeza en la fe de que <<sólo Dios basta>>, habéis elegido la mejor parte (Lc 10,42). Habéis entregado vuestra vida, vuestra mirada fija en el Señor, retirándoos en la celda de vuestro corazón (Mt 6,5).
Belleza de vivir con Cristo
Nuestra consagración es un itinerario que nos lleva a la configuración con Cristo y a la asimilación de sus sentimientos en su total oblación al Padre; se trata de un proceso que tiende hacia una condición armónica de comunión con Dios y con las hermanas, en un clima de silencio. Joven decidida y valiente ¿te atreves a descubrir la belleza del seguimiento de Cristo?
Misterio del Amor
La Eucaristía es el amor esponsal: <<Cristo es el Esposo de la Iglesia. Es el sacramento del Esposo, de la Esposa>>(VDQ) Cuanto más te hundes en el silencio frente a Él, más te darás cuenta de que la única respuesta es la admiración y el asombro ante la grandeza de nuestro Dios. Cuando pasamos mucho tiempo con el corazón abierto en adoración y dejamos que Cristo nos ame, entonces lo amaremos también. Ese amor nos define y nos permite ser nosotros mismos. “Yo he venido para que tengan vida, y vida en abundancia” (Juan 10, 10). Entonces, ¿qué esperas? ¡Haz una cita ahora con Jesús y deja que Él transforme tu vida!
Sed escalera de amor
Como María, virgen, esposa y madre que acoge y guarda la Palabra para devolverla al mundo sed también vosotras <<escalera>> por la que Dios baja para encontrar al hombre y el hombre sube para encontrar a Dios y contemplar su rostro en el rostro de Cristo.
Querida Joven, arriésgate. El que no arriesga no camina, abre tu corazón a María nuestra amiga fiel, que es todo amor, toda pureza que te guíe con su ternura de madre, a los brazos de misericordia y así, junto con ella, lograr enamorarnos de Jesús, lograr que nuestra alma siempre esté dispuesta como ella a decir ese "Sí" definitivo al amor de Dios.
¿Qué tiene tu mirada, Señor?
Durante toda nuestra vida nos hemos hecho miles de preguntas; querida Joven este es el momento de hacer esta pregunta:¿Qué tiene tu mirada, Señor? Esa mirada de amor tan profunda y verdadera que me cautiva y rompe toda barrera que hay en mí, esa mirada que llega al corazón de la persona, mirada portadora de bondad, sabiduría y perdón. Quisiera mirar con tu mirada, Señor, así como has mirado a la Samaritana: “Una mujer de Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo <<Dame de beber>>…” Déjate enamorar y seducir por esa mirada de ternura que traspasa todos tus miedos, deja que Cristo te guíe con su mirada, abre tu corazón a la mirada de Aquel que conoce tu felicidad. Sé valiente en dejarte mirar por Él que es TODO AMOR. |
¿Sueñas con seguir de cerca a Jesús?
¡Vocación! Está claro que dejándolo todo para seguirte, no sólo no pierdo nada, sino que lo gano todo... "Vosotros que todo lo habéis dejado para seguirme recibiréis el ciento por uno y después poseeréis la Vida eterna... Yo seré tu recompensa infinita". Es una decisión que compromete toda una vida ante Dios y ante la Iglesia. Pero también es cierto que Dios es fiel y no abandona.
La vocación no es el camino de los desilusionados, los aburridos o los tristes, sino el de aquellos en cuya alma se ha encendido el ideal del Evangelio y han conocido la gloria de las bienaventuranzas.
La vocación es un largo camino en el que se va descubriendo que es preciso abandonarse confiadamente en Dios y olvidarse de sí mismo. Para que una vocación tenga sentido en el corazón de los jóvenes de hoy, debe llevar el signo de la grandeza y el riesgo.
La vocación es una llamada que Dios hace a quien Él quiere, y que exige una gran renuncia de sí mismo para poder amar a todos. Es un servicio, es un testimonio, es amor. Es en definitiva, una llamada a vivir plenamente la gracia bautismal. Es vivir un riesgo absurdo a los ojos de los hombres, pero maravilloso a la luz de la fe.
La respuesta a la vocación es obra de amor.
con grande amor.
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¡¡¡VIVO CONTEMPLANDO AL AMOR!!! |
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Mi vida es ser contemplativa, disfruto con Dios,
sin olvidar a mis hermanos, especialmente a los pobres y a los que
sufren, ellos van siempre en mi corazón, vivo no encerrada entre cuatro
paredes, sino en la libertad inmensa de permanecer junto a Dios.
Mis ojos contemplan el espacio donde habita la Trinidad, mi Tres y mi Todo, donde el amor hace posible el encuentro de familia, hermanas y confidentes, vivo en la Iglesia desde la comunión por la oración y cada oración que mi corazón desgrana suavemente con Cristo, descubro el don inmenso de su amor, porque los días, cuando se vuelcan con Dios ya no es tiempo que pasa, son horas que se disfrutan.
Un día, sin saberlo cómo, aunque sí, recuerdo
cuando el Señor me quiso para Él, decía: Necesito jóvenes orantes por
las necesidades del mundo, jóvenes que se dejasen moldear por el
Espíritu, en un mundo tan dividido y condicionado por tantas fracturas y
sin darte cuenta Dios te seduce, te enamora y te lleva al lugar donde
está tu felicidad. |
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¡¡¡COMPARTIENDO MI VOCACIÓN!!! |
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¿Cómo fue mi llamada a ser Carmelita Descalza? Dios me miró con amor. Nací en una familia cristiana, educada en valores humanos y sobrenaturales, ¡cuántas gracias!.. Asistí a un colegio de religiosas y crecí con las aspiraciones propias de una joven…casarme, tener hijo…Siempre gocé de amistades y me divertía. Llegados los 15 años nos propusieron en el colegio formar parte de la Congregación Mariana; traté de esquivar el compromiso algo exigente, pero al fin la Virgen fue mi modelo para decir que sí. Así comencé una vida más comprometida: compartía mis estudios siendo a la vez catequista, visitando asilos de niños y posteriormente mucha actividad entre las jóvenes de mi Parroquia. A los 17 pensé que mi vocación era ingresar en el noviciado de las religiosas con las que había estudiado. La negativa de mi madre, por el momento, hasta cumplir la mayoría de edad, me hizo permanecer en la vida que conllevaba, eso sí, me daba con entusiasmo al apostolado y se acrecentaba en mí el deseo de emplear mi ser para bien de todos los hombres.
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¿Yo Carmelita Descalza? Queridos amigos: Tal vez os
hayáis preguntado alguna vez qué es la vocación religiosa y cómo se
manifiesta. Os voy a decir cómo se manifestó en mí. A los diecisiete años vine a la casa de ejercicios de Villa Pilar, a un
cursillo de Acción Católica, con unas amigas de mi pueblo. Al llegar
encontré que había un noviciado en el mismo recinto, por estar ubicada
allí la Casa Madre de las religiosas de Cristo Crucificado y me
impresionó mucho. Desde la casa de ejercicios contemplaba la alegría
desbordante del numeroso grupo de jóvenes novicias que durante el tiempo
de recreación jugaban unas y paseaban otras. El Señor se sirvió de una
postulante para invitarme a seguirle en la vida religiosa. La joven, de
largas trenzas paseaba por el jardín con un libro. Unas veces leía y
otras contemplaba... Presenciar este escenario fue un impacto fuerte
para mí. Al volver a casa, sentí la necesidad de consagrarme al Señor, como
aquellas jóvenes. D. José Sánchez Ramos, párroco entonces de Calasparra,
“mi pueblo” fue el sacerdote que Dios puso en mi camino para orientarme
en la vocación. A él le manifesté mis deseos de ser misionera, porque
para mí las misiones eran lo mejor. El, después de escucharme, me
preguntó: ¿No quieres ser contemplativa?. Le contesté que me explicara
¿qué era la vida contemplativa?, lo hizo muy bien y con claridad, tanto
que desde ese momento opté por la contemplación, a pesar de que las
monjas de clausura no me gustaban. El me dejó varios folletos de
diversas órdenes y al leer el de las Carmelitas Descalzas decidí ser
como ellas. Tuve que esperar hasta los veinte años, porque no había
plaza para mí. En este largo tiempo de espera mi vocación maduró y entré
sabiendo lo que hacía. Durante esta etapa de tres años, tuve dudas de si
elegir la vida religiosa o el matrimonio, pues me atraían ambas cosas.
Al acercarme a Dios en busca de luz fácilmente la encontré. Comprendí
con claridad que Dios es mucho más que cualquier persona humana y sin
vacilar le di preferencia a la vida religiosa. Desde 1966 me encuentro en este palomarcico al pie del monte de La
Fuensanta y no me he arrepentido ni un solo momento de haberme entregado
al AMOR. Me siento realizada. Dios ha colmado con creces mis deseos e
incluso aquello que renuncié al entrar en el monasterio, después me lo
ha dado a gustar con mayor plenitud en el Carmelo. Y puedo exclamar con
el salmista de todo corazón: "Me ha tocado un lote hermoso, me encanta
mi heredad". |
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APÚNTATE A ESTE RETO... |
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Descalzas para caminar con Dios… A vosotras, jóvenes, que navegando por estas páginas de Internet, deseáis tener un contacto con las Carmelitas Descalzas de Godelleta (Valencia), os abrimos la puerta claustral para que penetréis, en lo posible, en el interior del convento. Sabemos que venís de una sociedad industrializada, que estudiáis o ejercéis un oficio y ciertas responsabilidades; que sois independientes, viajáis, y que el espacio geográfico y el universo cultural, como mujeres, se ha ampliado considerablemente. Pero ni el consumismo, deseo de eficacia y la vida afectiva, aunque en ocasiones os hayan dejado rastros negativos, es óbice para que prestéis atención a ver si Dios os llama a consagraros a Él en el Carmelo de Teresa de Jesús. Quizá haya llegado el tiempo de optar vocacionalmente, y es este un momento de gracia decisivo en vuestras vidas. En el Evangelio de Juan (15, 16) constan las palabras de Jesús: “No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros”. |
¿Seréis de las elegidas? Y ¿para qué? Es cuestión de corresponder al Amor gratuito, personal y único de Dios que abarca toda la persona, hasta el punto que ésta ya no se pertenece a sí misma, sino que pertenece a Cristo (1 Corintios 6, 19).
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COMPROMISO DEFINITIVO Y ESTABLE (como el matrimonio cristiano) SON NECESARIAS VARIAS ETAPAS: |
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1.- Una experiencia dentro del monasterio con la finalidad de conocer "in situ" cómo se desarrolla la vida de la Carmelita Descalza. Esta experiencia se desarrolla durante unos tres meses de estancia, con la posibilidad de volver a sus actividades habituales.
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3.- La candidata cambia sus vestidos por un sencillo hábito, escapulario y velo de Carmelita, comenzando así su noviciado. A lo largo de dos años será formada en la oración, conocimiento propio, pedagogía de los votos, etc.
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5.- Anualmente renovará su profesión, al menos durante tres años. Época de poner en marcha todas sus capacidades para vivir en la dependencia del Espíritu Santo, en soledad y fraternidad el carisma teresiano. Profundizando en la formación de la Palabra de Dios, liturgia, cultura carmelitana, teología, Historia de la Iglesia y aprendizajes diversos.
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